1. Al igual que otros temas de la vida diaria, el del dinero debe tratarse de una forma espontánea, haciendo que los niños entiendan que es un recurso necesario para la familia y con el cual se debe tener una relación tranquila y justa.
Se puede incluir en su vida a partir de los 7 años, edad en la que ya empiezan a ir por sí mismos a la tienda del colegio o del barrio y a recibir regalos en dinero por parte de su familia, incluso los padres pueden reconocer una tarea en el hogar. Los psicólogos recomiendan los 12 años como la edad ideal para hacer más complejo el proceso de enseñanza, pues ya pueden dimensionarlo y comprender su valor.
2. El ejemplo es la mejor forma de enseñarles el valor del dinero. Si ven que en la familia hay planeación financiera, se tienen objetivos claros, se habla de ahorro y hay un manejo adecuado de las deudas, el niño lo irá incorporando a su propia vida en la misma forma.
3. Establezca un pago semanal o mensual (ya sea una mesada o pago por alguna labor en el hogar), esto les ayudará a aprender a organizar y distribuir su dinero adecuadamente.
4. Es necesario que los niños sepan que el dinero es limitado y que si eligen gastarlo en una cosa, ya no podrán hacerlo en otra. Esto les ayudará a que aprendan a planear cómo van a gastarlo y aprovecharlo de la mejor manera.
5. Los pequeños deben saber que el dinero es producto del esfuerzo de sus padres, que trabajan diariamente para conseguirlo. Muchas veces los niños tienden a pensar que es ilimitado o que nunca se acaba.
6. Enséñeles a crear un presupuesto con base en lo que se les da a diario, semanal o mensualmente, y revise este presupuesto con ellos a final de cada mes. Esto les ayudará a planificar sus gastos teniendo en cuenta sus ingresos.
7. Hábleles de todas las ventajas que tiene el ahorro y las bondades de poder usarlo cuando se presenten imprevistos o para cumplir sueños. Esto les ayudará a generar un hábito que les será útil toda la vida. Crear una alcancía con un objetivo específico y acompañarlos en la consecución del mismo les dará una experiencia satisfactoria con el dinero.
8. Si los niños no cumplen la tarea asignada no debe existir pago, así como tampoco se debe pagar por lo que es su responsabilidad dentro del rol que ocupa en la familia. Es mejor no usar el dinero como mecanismo de chantaje y, sobre todo, reforzar el valor que tiene adquirir el dinero por una vía correcta.
9. Comparta con los niños los éxitos familiares, así como los momentos no tan buenos financieramente, esto permite que sean parte de la solución, tanto de ahorro como de los beneficios. Establecer objetivos de familia en los que cada uno contribuya según sus posibilidades los motivará y les permitirá entender los beneficios de la disciplina.
10. Sea moderado con los gustos que les dé. Estos deben estar de acuerdo con su edad y comportamiento. Además recuerde que es tan importante enseñar a recibir como a compartir. Es ideal que aprendan a desprenderse y en ocasiones a dar con generosidad.
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